sábado, 14 de junio de 2008

¿Qué es solidaridad?

Por William Abella Herrera
Miembro Corporación Caucana de Periodistas CCP

Solidaridad es un concepto que no debe confundirse con la mera acción bienhechora de dar. La raíz de esta palabra implica la unión inseparable de quien es solidario con quien recibe dicha solidaridad. El estudioso español Julio de la Vega, señala “ser o hacerse solidario con alguien o con alguna causa, no significa dar una ayuda sino comprometerse y compartir la suerte de aquel con quien me hago solidario.” Es evidente que solidaridad, no es sinónimo de caridad.

La economista Olga Cadena Durán, Mg. en Desarrollo Rural docente de la Universidad del Cauca señala que la solidaridad: “es la capacidad que tienen las personas para consolidarse como colectivo en el tiempo y proyectarse de manera continuada, con base en la identidad, la pertenencia a un mismo tejido social, compartiendo sentidos, dentro de una mirada de cooperación.”

“La solidaridad se basa en la lógica colectiva de “todos ganamos o todos perdemos”, contrario al de competencia que, dentro de la óptica tradicional, promulga el “yo gano si usted pierde”. En este sentido, la solidaridad constituye un elemento básico del desarrollo integral pues garantiza, a través de diversas dinámicas culturales, la cooperación, la articulación, la complementación y el trabajo conjunto entre los diferentes actores, en una apuesta común por el bien colectivo y la construcción de lo público” afirma la Mg. Cadena Durán

En la búsqueda de entender cómo se ha construido el concepto de solidaridad en el mundo, me encontré con un texto del profesor Francisco García Pimentel. Él escribe: “La falta de solidaridad se revierte en contra nuestra, y nos afecta tan directamente como a los más necesitados. Ser solidarios con los demás, es ser solidarios con nosotros mismos de una manera genuina y legítima. Preocuparnos por nosotros y por los nuestros es lícito, pero no a costa de los demás, sino de la mano de los demás, colaborando con el desarrollo de todos”

Coinciden Cadena Durán y García Pimentel en afirmar que la solidaridad busca el desarrollo colectivo; es comprender que “el desarrollo de todos es también mi desarrollo; el bien de todos es también mío.” En ese sentido implica en quienes son solidarios, la responsabilidad de no abusar de ella, porque este comportamiento proviene del egoísmo. Las consecuencias entonces son el subdesarrollo y la dependencia; razones radicalmente opuestas al valor de la solidaridad.

La disposición permanente de colaborar con el bien común nos humaniza, nos engrandece, favorece el desarrollo. El egoísmo en cambio, produce pobreza material y espiritual. Finalicemos con un proverbio bíblico que nos permita reflexionar sobre cómo el ejercicio noble y responsable de la solidaridad nos bendice a todos: “Hay quienes reparten, y les es añadido más; hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza. El alma generosa será prosperada; el que saciare, él también será saciado.” Proverbios 11.24-25

wabella@unicauca.edu.co
Texto publicado en la edición de junio de 2008 de Notas del Fondo; revista del Fondo de Empleados de la Universidad del Cauca

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